Sin siquiera rozarnos, nos queremos. A miles de kilómetros nos hacemos compañía. Ni tú lo notas ni yo le hago caso, sólo está ahí, esa sensación de que eres mío y de que soy tuya. Esa que no existe... Pero se hace presente. No sé quién sepa cómo terminará todo esto.
Sólo sé que no quiero que se acabe.