domingo, 20 de septiembre de 2015

Curioso.

 Con los ojos cerrados, sintiendo su respiración, sólo podía sonreír. Él temblaba un poco, aunque pudo ser la fuerza con la cual me rodeó con sus brazos. 

 No eramos los únicos en el lugar pero, en ese momento, nos sentimos los únicos en el mundo. Es curioso, me suelen incomodar los abrazos... Sin duda, ese fue muy especial. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario