La esencia de mi ser no radica en mi físico.
Son esas cicatrices que me ha dejado el camino, no el grosor de mis piernas. Soy mis pensamientos a medianoche, no el tamaño de mis nalgas. La raíz de mi ser son mis valores, no lo pequeño de mi cintura.
No elegí mi forma, elegí en lo que creo y cómo actúo. Si te interesa amar, adelante, pero ya lo dijo un sabio zorro:
"Lo esencial es invisible a los ojos."
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